ALAS

ALAS
portada: Hugo Vélez/Margarita Pizarro
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Ésta es una INVITACIÓN A LA LECTURA, también conocida como Cuarta de Forros:

Alas es una meditación acerca de lo próximo y lo lejano, de la fijación y la posibilidad de mutar. También es un trayecto que se prolonga hasta el infinito contra una pared de plata. Algo así. Puede leerse igualmente como una colección de estampas de estaciones de vida en el recorrido de la voz poética por asimilar el mundo. Entre versos vertiginosos o sonoros, de poema en poema se participa de la crónica de un viaje de este al otro lado de un precipicio que abarca lo mismo un océano que un espejo, que pretende alcanzar "la distancia inconmensurable que existe entre un par de labios y el otro". Desde esta perspectiva, Alas evoca el rito de transición que es la vida. O bien es un simple itinerario en un libro de divagues. En todo caso, los poemas aquí compilados proponen a la palabra como objeto de fe y como vehículo para sobrevolar el país del desencanto hasta vislumbrar una salida luminosa.




Y éste, vaya, un Comentario Editorial

Por medio de "palabras pala", Gonzalo Vélez se abre paso entre "cubos de cielo", entre "cuerpos puertos", para plasmar esta lucubración poética que quizás haya de ubicarse lejos del centro de la poesía mexicana contemporánea. Luego de un largo silencio, el también novelista, traductor y comentarista de artes plásticas reaparece ahora con Alas, una nueva invitación a los lectores a recorrer caminos poco trillados en nuestra literatura.




viernes, 28 de noviembre de 2008

Sembrando altares

Otro de antología. "Sembrando altares" fue seleccionado por Raquel Huerta Nava para la que hizo sobre poetas de la ciudad de México, en El Cocodrilo Poeta, hace ya también un par de ayeres.

A pesar de que la necedad, la necesidad y la nostalgia podrían parecer ahora característicos de quien esto escribe, en su momento fueron particularmente intensos: creaban una atmosfera de postromantisismo apasionado, etéreo y estéreo. Un tanto obnubilante, y un tanto desesperante a veces, pero por otro lado calientito y vivificador. En fin.

La raíz de "Sembrando altares" se ubica en el anhelo de germinar y cultivar algo en lo que se pueda tener fe,

(ahora a veces creo que la carencia de fe radica en el neoliberalismo exacerbado imperante y y en la velocidad del cambio tecnológico y en el cambio de era que nos está tocando vivir, y bueno: en la edad que uno tiene: y entonces, planteándolo de otro modo: no es que no haya fe, sino que pareciera que todo aquello en lo que se puede depositar la fe es una entidad flotante en un océano de relativismos...¿?)

y por otro lado en aquello que despierta las sensaciones de estar vivo realmente (y no así nomás en la vida, o á toa, como dicen en Brasil). Al respecto, ahora creo esto, tú qué opinas:

La pasión no significa estar ardiendo siempre, sino tener la capacidad de llevar la temperatura a extremos.

Bueno: basta de rollos, que el poema es largo:



Sembrando altares


I
extrañar es pagar una manda
en una capillita que edificamos por dentro
que construimos siguiendo los planos
de la ciudad que inventamos por dentro
del jardín que cultivamos por necedad y necesidad
por necedad o necesidad o nostalgia
nosotros que somos todos una sola persona en cada persona que vive
una capilla las otras personas en nosotros
un lugar votivo
brillante de veladoras encendidas y de incienso
de flores que se marchitan sin perder color textura ni melodía
encima de un mueble alargado cubierto con una tela:
un altar votivo:
una cama donde se diseccionan las sensaciones del amor
un lecho de operaciones para lecciones de anatomía
y para cada entraña que duela se mueva o palpite
extrañar es un nombre específico como vela sudorosa


II
y para cada entraña que duela se mueva o palpite
habrá siempre un nombre específico:
un latinajo
para esta solemnidad del carajo imposible de desvestir:
manos ardientes como el miembro mayor
cabeza serena inapagable
líquido fluido matemático
los ojos dos cubos de hielo
para acariciar a la realidad como si se tratara de la memoria
o como si se tratara de grabar un nombre específico
para la realidad que mañana ingresará a la memoria
ese jardín de parterres donde florece lo que se extraña
ese jardinero con los pies en el calendario
y la cabeza en el pozo del reloj despertador
en el día que no vendrá
en la vida que no fue
con el corazón buscando el momento presente en el sitio en donde menos se encuentra
sin querer reconocer que por lo pronto no es aquí
acaso en la siguiente puerta a un páramo del ayer o del mañana
castillos en el aire, fotografías en las neuronas
por lo pronto aquí y ahora continuar respirando relojes
construyendo flores o sembrando altares
dejando que se inventen solas
las máscaras para el día del reloj:
frío como máquina
caliente como máquina a todo vapor
candente como los cubos de cielo del ajedrez:
otra noche otra mujer otras humedades que son cobija
otra noche de inventar otras noches
en la frente o en la nuca
armando rompecabezas con los papelitos que se recolectan por las calles
decir mujer o decir sexo o compañía o comunión
como si el lecho fuera nuevamente un altar
coleccionar instantes como coleccionar relojes
(sin manos, sin miembro: ¿perfectos?)
coleccionar relojes como colgar espejos
en una galería privada
de compañía
buscando otra vez buscando en el sitio equivocado de toda la vida
la paz que rompa los reflejos
los pies de este discurso matemático
y el sentimiento que no respira


+ + +

jueves, 27 de noviembre de 2008

Grafía

En contraste con el poema de ayer, éste aspira a ser ligero. También hay cielo y hay nubes, pero no hay entelequias ni tequilas especulares acumulados.

Me pregunto cuál es la traducción más precisa de "wishful thinking". ¿Tú la conoces?
Lo que subyace en esta expresión coloquial, sabemos, es cierto pensamiento mágico: la idea de que el deseo se hace realidad. En la práctica, sin embargo, se utiliza más bien cuando alguien expresa con muy buena voluntad algo fantasioso acerca de algo, aun sabiéndose poco factible.

El caso es que:
¿existe una manera de decir eso, con una sola palabra y la misma intención, en el español o castellano o latín-ibérico-del-sXXI que hablamos nosotros?

Todo esto simplemente porque uno de mis casos de wishful-thinking es imaginar que esta "Grafía" no es un simple caso de wishful-thinking...



Grafía
-
-
Ya no pesa la pluma:
-
de pronto escribe sola
-
(como si volara):
-
por eso es pluma:
-
un copo desatento
-
a la etiqueta de la gravedad
-
(a la gravedad de la etiqueta)
-
y a la vez un rapidísimo remo
-
que devora sin cesar
-
cucharadas de aire:
-
es pluma porque flota
-
y deja a su paso rostros de letras
-
como aquellos aviones que escriben en el cielo
-
con humo.


+ + +

miércoles, 26 de noviembre de 2008

nubes

Esta aproximación a un soneto surgió en un momento de ánimo encapotado. Ni modo: así pasa a veces. Tal vez sea el instante más pesimista del libro. Esto se diluye un poco, pues justo en la página siguiente se lee que llegó el momento de requerir de estrategias nuevas, o algo así. Espero que "Nubes" haya quedado como una sombra contrastante en relación con el conjunto de Alas.



Te comento, por otro lado, que "Nubes" apareció en la antología de Poesía que publicó la revista Tierra Adentro en su entrega 145, de abril-mayo de 2007.



La imagen que sigue era mi propuesta original de portada para el poemario: una fotografía que tomé en 2005, creo, con el reflejo de un edificio de espejos. Y feliz acudí con mi editor, orgulloso de añadir otro hilo negro a la colección, aunque para mi desencanto me dijo que todo el tiempo pensó que mi Especular distancia se trataba de un volante promocional del edificio de la Casa de Bolsa (que es como el Wall Street de Mexico City, aparentemente ubicado más bien en Mirage Street).



No me importa. Cual buen amateur necio, en este caso de la fotografía, la imagen me sigue pareciendo sugerente. Si bien ahora veo con mucho mayor claridad que la gente a mi alrededor tenía mucho más mejor razón que yo, sobre todo mi amiga Magui, diseñadora durante muchos años en la editorial Aldus, y a quien agradezco otra vez su estupendo trabajo.









nubes


azul inmenso mudo ruge. cerca
ignotas nubes pasan sin moverse.
rotundas claras dudas nos cautivan,
serenos cielos hoy nos sobrecogen.

paisajes vuelan como nuestra vida:
ensueño puro, simples ilusiones.
las flotas blancas surcan el oxígeno:
buques albinos en ebullición.

es otra hora de otros cielos blandos.
las palabras tortuosas se entretienen
haciendo malabares con el aire.

es la hora fatal de la entelequia,
momento de mirar arriba el suelo
y dibujar futuros en los muros.


+ + +

martes, 25 de noviembre de 2008

Besaflor

Tal vez este poema sea el más añejo del libro. Pero aún continúa revoloteando. Lo escribí cuando vivía en Viena, ¿tú crees? Viendo a la distancia, la persona perspicaz y el buen perceptor percibirán aquello de discurso ininterrumpido cual banda sin fin que me preocupaba investigar en ese momento, la culminación de cuya obsesión quedó plasmada en la novela o lo que sea ...perforaciones... .
Surgió una tarde de nieve y de nostalgia por el trópico (Pellicer incluido), cuando pensaba en qué entregarle a Marco Aurelio Larios, el escritor tapatío que era académico visitante en la Uni allá, para el folletín literario que publicaba creo que en el Lateinamerika Institut, donde tenía acceso a un buen mimeógrafo.
Los versos breves, de ritmos distintos y cortados, así como las repeticiones y aliteraciones, debían simular el vuelo del también llamado chupamirtos, con su largo pico que penetra sensualmente la vulva de la flor.
En fin:



Besaflor

colibrí: cola de abril: brisa de sol: colibrí: cardumen de luz: ligera bola con alas y los colores del abanico: colibrí: vuelo violín: libro de vapores: colibrí: libro de calores de trópico: espejo de soles con color: colibrí: sales en abril: como la col: como la colmena: la cal y la arena: ya no estás aquí: ya no estoy aquí: colibrí: te detienes como el tiempo: colibrí: encima de otra libra de calor: en otra flor, colibrí: de pronto en otra flama, colibrí: lengua tornasol: pico aflautado como el dedo de Dios: colibrí: pene a los pétalos labios: los sabios, colibrí: líbrate de mí: libérate de ti, colibrí: celebra por ligera tu condición de nube: tu lastre de sueño, colibrí: ora por mí: llora por mí: acuérdate de mí cuando te reciban con sonrisas, colibrí: visitante regular inapresable, domesticable: eres impalpable, colibrí: cola de abril: brisa de luz: solibrí: vuelo violín: cardumen de oro: ligero tesoro con alas y los vapores del abanico: limbo de colores: colibrí: trópico con los calores del libro: libra de libros, colibrí: pene a los sabios: los pétalos labios: ya no estoy aquí: te detienes como el tiempo, colibrí: de pronto en otra flama: en otra flor: colibrí: lengua de Dios: pico aflautado como el dedo del pene: brisa de sol: colibrí: cardumen tornasol: cola de abril: colibrí:


+ + +

lunes, 24 de noviembre de 2008

Consideraciones en torno al cuerpo

Se trata de un poema cuadrado, casi ajedrecístico, pues son ocho estrofas de ocho versos, o sea 64 versos en el poema, los mismos que el número de escaques (=casillas) en el ajedrez (cuyo espíritu también está presente de algún modo en la atmósfera del libro).
De haber sido los versos octosílabos, ¿hubiera sido un poema tridimensional? (habría que intentarlo tal vez...¿?) No obstante, pensé que dar libertad métrica y rítmica y rímica (?!) contrarrestaría la cuadratura escaquística de su estructura: a la pura rigidez oponer la irracionalidad del verso libre...
(Para tratar de equilibrar, ¿no?, en busca de ese utópico justo medio.)

El motor, por su parte, surge de darme cuenta de que estoy vivo, de que el cuerpo es una maravilla, luego de todo lo que ha resistido y espero que siga resistiendo mucho tiempo más. Es que si te fijas bien, más allá de lo que dicta la tiranía de la alopatía, también podrás maravillarte en tu propia persona del milagro de la maquinaria que habitamos.

Entonces, aunque por lo general "cuerpo" se relaciona de inmediato con "sexo", mi intención aquí, aunque sin por supuesto para nada omitir la sexualidad, era expresar tal admiración más en el sentido en que lo hace Sor Juana en el Sueño, en esa parte en la que se refiere al "respirante fuelle", que es el pulmón, a la "científica oficina", que es el estómago, etcétera, dentro de esta idea del cuerpo como vehículo que nos transporta: "el cuerpo siendo, en sosegada calma, / un cadáver con alma" [Sor Juana alude más al dormir, pero se aplica en un sentido extenso, ya que, como sabíalo bien Calderón de la Barca, todo en la vida es sueño, "y los sueños, sueños son".]

Transcribo, pues, algunas estrofas (no todo, pues se perdería el chiste...):


II
pero yo soy el cuerpo afuera: el cuerpo es mi frontera
la piel es la coraza: pared de la casa de piel
que habitan seres viscerales e incógnitos
trabajadores infatigables que permiten que yo sea lo que soy:
¡loa al riñón!
¡salud al estómago, al hígado y a los intestinos!
¡larga vida al corazón y a los pulmones!
¡salve, demás protagonistas inadvertidos de mi configuración!

VI
vuelvo al puerto siempre
vuelo al cuerpo liebre
miro un puerto libre
muerte muerde el cuerpo
vuelvo al cuerpo sierpe
vuelo muerto libre
miro puertos cuerpos
suerte liebre siempre

VII
caporal del cuerpo inadvertido como el propio hogar
recorro el cuerpo: mi cuerpo, tu cuerpo: el cuerpo tocable
el cuerpo que somos nosotros: cuerpo ciudad que nos consume
cuerpo cama, cuerpo flama, cuerpo insomne
encuentro de cuerpos donde las almas salen del cuerpo
en el único umbral de la conciencia del otro:
el cuerpo paso del tiempo:
teatro en el que confronto al mundo, a lo otro, a ti


+ + +

jueves, 20 de noviembre de 2008

alas

Es un poema muy querido mío, tanto que terminó por darle el nombre al libro. Fue un poema importante en su momento; y lo sigue siendo, pero cuando se concibió fue en una época de regodeo con los endecasílabos, el significado de cuya magia sonora acababa yo de vislumbrar o entender o cómo se dice de eso que siempre has tenido delante de ti, pero sólo un día, de pronto, viste cabalmente y te dijiste:
"¡Claro, es así! ¡Cómo es que no lo había yo captado antes!"
O sea cuando descubrí el hilo negro. Pero, ¡qué feliz era yo jugando con sus once sílabas, como gatito enredándose con una madeja de estambre! (de estambre negro, se entiende; negro del color del hilo.)
La idea surgió como un canto o una oda a las manos: las manos como metáfora de la acción, como el vehículo con el que puedes volar hasta alcanzar efectivamente el sueño que anhelas, el sueño que anheles, edificar.
Asimismo las manos como el puente entre lo animal y lo divino: encarnación del justo medio que se supone que somos como especie.
Y las manos como la herramienta que constituye al homo faber, al ser humano que hace, que transforma. El ser humano que la poiesis anhela.

[P.S. Por eso: por las alas, por las manos, por el vuelo de los bailarines en "la danza de la vida", creo que la portada fue un acierto del diseño editorial (todo el crédito para el ojo sagaz de Magui Pizarro, quien supo hallar el vaso comunicante en pinturas de mi hermano).]


Alas

manos moneda: hoy en el mañana
dos manos que tocaron ya la mierda
que también alcanzaron las estrellas
dos manos que subieron a la altura
de los ojos: dos manos invisibles
invencibles veloces abanicos
manos que son vampiros por la noche
estas manos abiertas a los clavos
ofertas a las puertas y al candado
estas manos que no son manos muertas
que no son manos negras letras canto
que no son manos alas para sueños
ni tampoco cobijo contra el río
manos que no son manos mutación
las manos turbación más turbación
manos para las minas entrepiernas
manos que vuelan: ramos de miradas:
trozos de barro: dedos de los árboles:
son dos manos mirada material
estas manos de puntas pararrayos
estas manos que son conversaciones
las manos como teclas del pianista
las manos que son dados
en los dedos de Dios.


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